6.26.2006

Desperté, y lo primero que tuve que hacer fue un exorcismo. Porque, incluso después de tantos años de amistad cordial, Satán sólo puede ser Satán. Quizás es tan terrible para mí ejercer su destierro, como lo es para él/ella EXISTIR en su expulsión, definirse por lo que no es, perfilarse a través del vacío. El exorcismo es otra forma de decir TRASCENDENCIA, pero en esta vida, con esta misma carne...

Omnia Ad Unum