El antes y el después. las viejas súplicas. los sudarios, la superficie del mármol, las manos entrecerradas, la respiración entrecortada, la presunción, lo entredicho, la tribulación, el hastío, los secretos, las redes, la danza en círculos, las arterias, los pájaros y los reyes, el desaliento, el insomnio, el murmullo, los ojos abiertos, la risa más breve, las primeras horas de luz, el azul del cielo, las calles húmedas, el ardor, los cuerpos dóciles, el viento, la niebla, la eterna epidermis, el desaliento una vez más, las pesquisas, las manos que ceden, la competencia, las distancias, el fuego frugal, la sombra latente, la acrobacia, los círculos viciosos, el garfio, la sustancia flotante, la ausencia de sabor, de olor, de sensación alguna, la geometría, el ciego entre las fieras, la esfericidad, los trazos descuidados, la primera lengua...
Ya nadie nos sigue.
Ya nadie nos sigue.