Esqueletos tratando de calentarse, 1889
Los músicos aterrados, 1891
Máscaras peleando por un ahorcado, 1891
Es difícil encontrar otro artista perteneciente al fin de siècle cuyo trabajo sea tan variado y tan saturado de cráneos, máscaras, fiesta y crítica social (en México, José Guadalupe Posadas y Julio Ruelas podrían ser excelentes símiles). Él mismo se calificaba como un "fenómeno excepcional" en la pintura. Incluso tomando en cuenta que murió a mediados del siglo pasado, su pintura está fuertemente enraizada en el s. XIX. Afortunadamente, Ensor conoció la admiración en vida y al final, si bien un poco amargado por la falta de reconocimiento académico, murió rodeado de amigos.
Yo no sabía nada de él cuando, en 1994, al dar la vuelta a una puerta en una librería de anticuario, encontré sencillamente enmarcadas cuatro reproducciones de las pinturas que coloco en este post, no sólo nadie sabía qué hacían allí ni cómo habían llegado, sino que estaban ansiosos en venderlas (pues las consideraban "muy desagradables"), así que apenas y me cobraron un precio más bien simbólico. Inmediatamente las colgué en las paredes y si bien no son del gusto de todos, francamente cada que las veo me siento muy bien acompañado...
Yo no sabía nada de él cuando, en 1994, al dar la vuelta a una puerta en una librería de anticuario, encontré sencillamente enmarcadas cuatro reproducciones de las pinturas que coloco en este post, no sólo nadie sabía qué hacían allí ni cómo habían llegado, sino que estaban ansiosos en venderlas (pues las consideraban "muy desagradables"), así que apenas y me cobraron un precio más bien simbólico. Inmediatamente las colgué en las paredes y si bien no son del gusto de todos, francamente cada que las veo me siento muy bien acompañado...
La intriga, 1890
Hay una excelente, y nada cara, monografía publicada por Taschen desde 1999, llamada simplemente Ensor... vale mucho la pena.
