10.04.2006



Camino por la calle donde vivo, es un día nublado, casi monocromo, la hora está indeterminada pero luce más como una tarde, cuando el sol declina sin destellos. Estoy solo, no hay peatones, ni siquiera veo personas dentro de sus casas, ni pájaros, ni insectos, las ventanas están cerradas. Tampoco hay autos, ni estacionados ni en movimiento, en resumen ninguna señal de vida. Todo el tiempo cae una lluvia suave, tan delgada que casi es una neblina, es un tipo de lluvia que sólo he visto en las montañas. Un rocío glacial me empapa la cara y las manos, miro hacia el final de la calle... veo una figura azul alargada que viene levitando lentamente desde detrás de un edificio de departamentos, flotando a unos seis metros del suelo. Se aproxima, vislumbro que es una inmensa serpiente de un azul oscuro muy especial, eléctrico y palpitante, de unos veinte metros de largo por ochenta centímetros de ancho, fina y abismal. Levita por encima de mí y veo desde abajo como corta el paso de la lluvia con su cuerpo. Después da la vuelta en la esquina, y se va...


[EL SUEÑO DE LA SERPIENTE]


Omnia Ad Unum