4.23.2007



Gutenberg1454


DÍA DEL LIBRO

Un experimento



"El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores."


Con esa excusa en mente (y el artículo de hoy en el periódico Reforma sobre editores en el que, pese a la brevedad de la nota, nos realizaron una larga entrevista), decidí infectar de un poco de cotidianidad este blog, que desde su inicio es y no es una bitácora. Quizás no lo ha sido en un sentido explícito, pero sí en un sentido más inmanente.

Los próximos siete días intentaré describir las acciones que se suceden detrás de nuestra producción. Por obvias razones (discreción, pero principalmente por su condición latente), me reservaré nombres propios y precisiones exhaustivas de los proyectos, especialmente aquellos que se encuentran en etapas iniciales.

Este experimento podría lucir ególatra de inicio, pero es mi intención también develar una realidad que algunos olvidan o no quieren admitir: Cada título, cada proyecto, es consecuencia de la unión del talento de múltiples personas. En otras palabras, es una lección y un recordatorio de urgente humildad. Para los autores, para los artistas y por supuesto para mí mismo.

Sin más, así inicia una semana de trabajo:



Domingo

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Los actos del día inician de forma dolorosa, por la mañana decido que uno de los títulos más queridos por la empresa y por mí sea anulado. Las acciones periféricas, el aparato de promoción y las maniobras derivadas son frenadas bruscamente. Se realizan las acciones de blindaje necesarias. Esto el domingo por la mañana.


Continuo con la producción de los cuadernos de un curso, son los últimos, los más urgentes. Por lo tanto, es de esperar que todo falle a última hora. El proveedor entrega todo hasta el último momento, en domingo. Previne cualquier adversidad desde la semana pasada postergando la entrega al cliente hasta el lunes, como parte de la política actual de no-estrés. (Marco Aurelio aconsejaba: "Si algo tiene remedio, ¿qué te preocupa? Y si no lo tiene, ¿qué te preocupa"). Esos son los lineamientos actuales, porque el año pasado el estrés causó graves estragos que aún estoy pagando.

A mediodía la impresora en casa falla sin remedio. No imprime, no escanea, no copia. Se tiene la esperanza de que sea el cable, así que voy al centro a conseguir otro, compro también tinta. Aprovechando la salida, compro cosas para mí también, sin prisas, la edición especial de The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning, God of War II para el PS2. En la ruta voy leyendo Los principios de An-arquía pura y aplicada de Paul Valéry, Llego a casa y al principio el cable inyecta nueva vida a la impresora, pero dos años de aproximadamente 300 impresiones por semana la han abatido, falla sin remedio. Es artillería, esa es su función. Esta fatalidad prematura estaba calculada desde un principio.

En contraste, la multifuncional en mi despacho es profesional, con un perfil de color del doble de profundidad, una definición óptica tres veces más nítida y cinco veces más rápida. Esa máquina no me pertenece a mí, sino a la empresa. Se protege y usa cuidadosamente.

Lo mismo pasa con nuestro automóvil, es sólo para el trabajo. Ese es el acuerdo al que llegamos el día de hoy.

Por la tarde repaso el cuaderno de proyectos y voy colocando los insumos que necesitaré para el lunes. Hay una tabla prospectiva en el cuaderno que describe minuciosamente las acciones, los eventos a cumplir. Todo debe realizarse de 11 am a 5 pm, después de esos horarios se proyectan juntas, charlas informales, contactos con proyectos en ciernes. Mañana veremos si logré cumplir con las acciones del día. Trataré de ser honesto al respecto.

Por la noche hablo con una de las cuatro empresas de distribución con la que trabajamos, construimos el plan de la semana y establecemos una fecha tentativa de junta. Le amplio el panorama sobre las oportunidades que han surgido en la semana: dos proyectos para Colmex, siete para la UNAM, cinco para la UVM, uno para el INEGI, incluso le comparto detalles sobre el proyecto con el Ejército Nacional.

Aproximadamente a las 10:30 pm hablo con [...], me da buenas noticias sobre su trabajo, se ha especializado en investigación visual. Me comenta que las perspectivas de una presentación de su libro en un buen espacio son altas, acordamos una junta para el próximo domingo. Le aviso que fue cumpleaños de [...], artista de su proyecto. El título nos ha unido, no separado. Es correspondencia.

Prácticamente de madrugada, acuerdo de verme con [...], será un lunes de objetivos múltiples.

Sigo postergando el correo para [...], porque de tan importante no se aún que decirle. Todo en su momento y lugar...



Omnia Ad Unum