7.28.2007



27.IV.


¿Cómo voy a marchar
con tus muertos?
¿Cómo seguir
ante tus vivos
¿Cómo debo gritar
a estas tumbas?
¡Ah!, sólo un eco
llega a tus escalones.

Soy devorado
por el espanto.
Tú, el vulnerable,
me has dominado.
Aliento
que brotas de la descomposición,
¿eres el vapor
que se inflama?

¿Eres la tierra
que echa llamaradas de fuego?
Tu boca nos arrebata,
como su pan de cada día.
Eres la fiebre
que nos recorre,
cuando al otro lado
la nostalgia se despeja.

Mírame,
cómo me marchito por ti.
Refuerza el grito
que gime en mí.

Suspende, indescriptible,
tu consideración.
Concédeme, insoportable,
un piadoso manto de tinieblas.

De día déjanos
reposar en los ataúdes,
pero, por la noche,
obra tu milagro.
Otórganos la luz
la misericordia.
Llámanos en la oscuridad,
solitaria trinidad.

[ Hugo Ball, La huida del tiempo (Un diario), El Acantilado, 2005 ]


Omnia Ad Unum