2.22.2005

Para llenar el vacío interior, solo basta el yo... (cita de Lydia Lunch)

Para llenar el vacío interior, solo basta el yo. Nos damos cuenta de esto sólo después de haber rellenado cada orificio, cada abertura con un amasijo indiscriminado de inútil basura. De despojos. De vísceras humanas. Y aún así, el hambre sigue insatisfecha, especialmente cuando el objeto del deseo continúa siempre fluyendo. La gula no se satisface nunca, ya sea hacia el sexo, la comida o las drogas. Exige que se le ofrezcan cantidades enormes de inútil estimulación, de información, de fragmentos triviales, de afectos aleatorios, de cifras y hechos no relacionados entre sí. Coitos dignos del olvido.
Y cuanto más se tiene... más se quiere. Un ciclo interminable de múltiples frustraciones. Donde nada parece satisfacer. Ni siquiera en sueños...

Lydia Lunch, Paradoxia.

Omnia Ad Unum